Mas que un mensaje quiero dejar un recordatorio para un berrocalejano al cual, en mi niñez, admiré de una forma inocente y hermosa, se trata de un pedazo de acordeonista al que llamábamos "CHULES". Mi padre, año tras año, lo contrataba para tocar en nuestro baile, en Garvin. Con cuanta admiración le oia tocar. Para mi era un ídolo. Descanse en paz.