A pesar de que es un
castillo, los broceños lo conocen como "El
Palacio". Es uno de los mejores ejemplos de la
arquitectura militar de la Orden de
Alcántara.
Reedificado a finales del Siglo XVI, excepto la
torre del
homenaje que corresponde al XIV, su recinto principal es cuadrado, con el flanco de poniente achaflanado. Levantado sobre la parte más alta de la villa, dispone un recinto exterior realizado en mampostería y protegido por torretas semicirculares y muros en talud. Sobre la
puerta principal está el
escudo de Felipe II.
En el interior existen varias dependencias de diferentes épocas: caballerizas, aljibe y compartimentos del siglo XV, y un
patio columnado en forma de "L", de finales del XVI.