Contaba muy a menudo mi tio Ambrosio (q. e. p. d.) que a principios de los 70 iba gente de El Cabezo, a trabajar al convento de Las Batuecas. Por aquellas fechas había un fraile llamado padre Tarsicio, alias "El Rebuscas", que ajercía funciones de portero y relaciones publicas del convento.
No se sabe si era un hombre "demasiado cariñoso" o un poco cegato, pero un dia, al romper el alba iba Jelipe adolescente, a trabajar al convento y cuando traspasó el umbral de la puerta se vió sorprendido pues el Rebuscas se abanzó sobre él, apretándole fieramente contra su pecho y echándole parte de los hábitos por encima, exclamdo tembloroso... ¡Tápate Nisia hija que tendrás frío!
Jelipe, se zafó como pudo del fraile y chillándole le dijo: ¡PADRE QUE NO SOY LA NISIA; QUE SOY JELIPE!.
El fraile pegó un respingo, carraspeó, se atusó los hábitos y guardando la compostura le dió una palmadita en el hombro y le dijo, ya en otro tono mas calmado le dijo...."Pues Felipe hijo,.. tápate bien porque...... supongo que tendrás mucho frío".....
Se comprende la decepción.
No se sabe si era un hombre "demasiado cariñoso" o un poco cegato, pero un dia, al romper el alba iba Jelipe adolescente, a trabajar al convento y cuando traspasó el umbral de la puerta se vió sorprendido pues el Rebuscas se abanzó sobre él, apretándole fieramente contra su pecho y echándole parte de los hábitos por encima, exclamdo tembloroso... ¡Tápate Nisia hija que tendrás frío!
Jelipe, se zafó como pudo del fraile y chillándole le dijo: ¡PADRE QUE NO SOY LA NISIA; QUE SOY JELIPE!.
El fraile pegó un respingo, carraspeó, se atusó los hábitos y guardando la compostura le dió una palmadita en el hombro y le dijo, ya en otro tono mas calmado le dijo...."Pues Felipe hijo,.. tápate bien porque...... supongo que tendrás mucho frío".....
Se comprende la decepción.