San Pedro de los rozaos, provincia de Salamanca. Queridisimo nebro, hay espinas que jamas se pueden sacar del corazón por mucho que lo intentemos y vueltas que le podamos dar. Lo único que nos queda para esas cosas a los del puebro el cabezo es agarrarnos de la mano de S. José y mirar parriba como el niño que lleva de la mano implorando su protección, en los momentos dificiles y angustiosos, por la salud, por el trabajo o por cualquier otra cosa no dudeis en agarrar su mano que siempre dá respuestas, si lo repetiria veces la consuelo...