CABEZO: El tío Ambrosio, que también era mi tío, no tenía una...

macueldo llo de cuando era chico que divamoh pal puebro el cabezo y et-tabamoh pa la reca-chinoh y se paró felipe lah met-tah y habrando con mi padre le dice te ah comprao un coche juanito... y va y le contet-ta mi padre jelipe, en coria el que no tiene coche eh como en el cabezo el que no tiene mulo...
y et-taba en lo cielto jelipe, en el cabezo el que no tenía mulo no era nadie, el mulo era el compañero de fatigah, el que sopoltaba lah calgah mah pesáh, el dueño miraba pa él con cariño y olgullo y decía, menudo animáh. El mulo araba loh olivoh, acarreaba el aceite pal et-trapel-lo, abajaba lah aceitunah a la prensa y llevaba lah colmenah pal maillo. al mulo no se le echaba mah calga de la que podía pa no ep-pechal-lo y luego en mah de una ocasión le preguntaba el padre al hijo ¿le echat-te de cená al mulo?. hubo anet-dotah famosah a cot-ta loh muloh como la de malceliano subiendo el atajarre a la mula de tio ramón o cuando el tío juanmanuéh se montó encima el mulo de ambrosio y el otro se puso farruco y le dijo JUUmm a vel si te vah tu a creé que eh ambrosio el que va ahora encima de ti! había muloh falso como la mula del tio ambrosio que de farsa que era principiaba como a rejinchal a modo de risa it-terica que a la que te dec-cuidabah se levantaba en coceh. Lah mulah que su componente sexúah tenían que arguno abrá habio que le abrá andao antentando la cuca. Loh muloh también queridisimoh contel-tulioh consumian combustibles especiales y asi porejempro si el mulo hacía un ef-fuelzo mayó, se le daba pan empapao en vino, el mulo al final telminaba entulcao y luego se le salia la lengua pa fuera que se le ponía una cara que era un poema, no digamoh el amo que a ca cacho pan que telciaba el mulo echaba el una pinta... También se medía la calidáh del mulo atndiendo al número de veceh que tuviera que cagalse uno en dióh pa que el mulo achancara un rio, la dificurtáh aumentaba si encima el otro diva ec-carrapichao encima el mulo. En fin queridisimoh teltulianoh que el mulo era inherente, palte de nosotróh, nuet-tro compañero y amigo, con nosotróh vivia y compaltia nuet-ra esit-tencia, no trabajaba loh domingoh y gualdaba con nosotroh el precet-to del señó, loh día de nieve no salia de la cuadra y si tenía cualteón la puelta se asomaba apacibremente a vel como nevaba, de verano había quien lo embadulnaba con sal y vinagre pa que no lo atfisiaran loh tabarro y todo se volvian mimoh y cuidadoh hacia el...
sotro rato vot cuento lo del cepo.

El tío Ambrosio, que también era mi tío, no tenía una mula sino un mulo, bautizado como "El Tigre", por sus colores similares a los del felino y, si, es cierto, más falso que un euro de madera. Se espantaba el muy cabrón y no conocía ni a su padre.
Recuerdo también que, además de llevarla a beber, mi abuelo me mandaba atar la mula, unas veces para el río, otras para algún huerto, para que comiese bien sin importar lo que estuviese yo haciendo y si me apetecía o no llevar al animal,
Lo que tú dices, los mimos eran casi sagrados. Se le cortaban millos etc. etc..."delicatessen equinos". Otro arte similar al marinero era el de atar la carga y el auxilio y no menos importante de la reata, que tenía su mandanga para que no se ladeara o cayese la carga.