Sotro día me pedía la mi tia la Candela y el mi elisardo que votara para la declaración de las Hurdes como maravilla rural de España. Yo le dije rondamente que no pensaba de dal-le el mi voto polque no quería que viniese naide pa emponzonarmos la tierra de la dehesa de julde. Hoy queridoh conteltulianoh no hago mah que abrih el periodico y accape veo la noticia. Hoy como voh decía tengo sentimientoh encontraoh, por el un lao me enolgullece el reconocimiento de la belleza, el embrujo y la bondad de su gente. Por otro siento celoh de tenéh que compaltih este motivo de nuet-tro enamoramiento mah profundo. Yo pelsonalmente no se si Dioh nuet-tro señóh tendrá algo que veh en la creación del boq-que mágico de loh druidah de la tierra juldana. Tío Hilario que nació en la cetunilla y vivió hasta volverse centenario en et-ta tierra de loh moc-coh lo tenía claro, siempre me decía, cuando nuet-tro señó Jesucritto andubo en el rio Ladrillá, dice que de tanto caminá tenia loh pieh brandoh y grandeh como paneh, se acelcó al puebro ladrillá y en na mah vel-lo loh del pueblo que dice que hiceron?, pensando que era un ec-cacha colmenah lo apedrearon y lo corrieron hat-ta el telmino el cabezo... Crit-to nuet-tro señó que todo lo puede dice que folmó una tolmenta que vino del pico el runniero y dice que entre truenoh y relampagoh y gran diluvio andaban tooh como et-tolmenteaoh y se metieron en la igresia y dice que la tolmenta le llevó unoh pocoh de gueltoh. La tolmenta dice que solo llegó at-ta la linde del telmino ladrillá y que habia una oc-curidah como la boca el lobo. En el telmino el Cabezo, no se atrevieron loh elementoh polque reverenciaban al señó. Jesucrit-to pasó por el puebro el cabezo, recibió limotna y posada, bendijo al puebro y luego se malchó. Cansado de caminá se quedó dolmido el señó y recot-tado sobre una canchera se quedó dolmido, de su cuelpo redentoh calleron sin dalse cuenta el señóh, como un regalo, la belleza inmensa de las hurdes, los rios, los arroyos de aguas recien nacidas, los canchales arrogantes del risco goldo, los montes de madroñeras, los meandros, los paredones, las vereas, las pedrizas, los chorros, los peces del nuestro rio y todas aquellas cosas maravillosas que habemos conocido en otroh tiempoh bajo el cielo inmenso de las hurdes.