La pobre enfelma que ni comia pa darle mah quebranto a su madre
siempre la recuerdo con un pañuelo a la cabeza, telciá en la su puelta en unoh cogineh y una piedra que también tenía echa la olma y parecia una lenteja, abajabamoh nosotroh a bañalmoh al chalco la olla y accape que te barruntaba abajando la calle principiaba a quejalse y a lattimeah, pol si venia alguien a quien contal-le lah suh penah y cuitas. A mi no me hacia gracia ninguna polque si abajaba llo, pongo pol caso con algun tio mio, luego moh embaiamoh y no dabamoh abajao al chalco la olla. Nunca llegué a entendel si la su enfelmedah era fisica o mah bien de la cabeza, el caso eh que siempre la conoci enfelma. Andubo en variah residenciah, pero siempre volvia al puebro el cabezo polque dice que no le pintaba, siempre iba de la mano de loh curah. La Felmina murió en coria en una residencia donde vivio loh ultimoh añoh de su vida e incruso llegó a casal-se y a enviudal, cuando murió aparecián en la su equ-quela, como dolienteh, lah elmanah de la carida, que en compasión de Dioh nuettro señol para con el su alma, al ret-to de loh crittiano pedían una oración en caridad.
siempre la recuerdo con un pañuelo a la cabeza, telciá en la su puelta en unoh cogineh y una piedra que también tenía echa la olma y parecia una lenteja, abajabamoh nosotroh a bañalmoh al chalco la olla y accape que te barruntaba abajando la calle principiaba a quejalse y a lattimeah, pol si venia alguien a quien contal-le lah suh penah y cuitas. A mi no me hacia gracia ninguna polque si abajaba llo, pongo pol caso con algun tio mio, luego moh embaiamoh y no dabamoh abajao al chalco la olla. Nunca llegué a entendel si la su enfelmedah era fisica o mah bien de la cabeza, el caso eh que siempre la conoci enfelma. Andubo en variah residenciah, pero siempre volvia al puebro el cabezo polque dice que no le pintaba, siempre iba de la mano de loh curah. La Felmina murió en coria en una residencia donde vivio loh ultimoh añoh de su vida e incruso llegó a casal-se y a enviudal, cuando murió aparecián en la su equ-quela, como dolienteh, lah elmanah de la carida, que en compasión de Dioh nuettro señol para con el su alma, al ret-to de loh crittiano pedían una oración en caridad.