Queridisimos contertulios, muy gratamente he comprobado que la página de cabezo que nos une en la diáspora, vuelve a funcionar. En el puebro el Cabezo sin embargo el absentismo lo cubre todo y si en otro tiempo verbeneaba de gente, ahora ni siquiera se sostiene la navidad, un poco la semana santa y fines de semana de buen tiempo y lógicamente el verano. De cuando en vez aparece en este o u otro medio la noticia de una perdida irreparable y venga a nosotros el tu reino. No obstante siempre queda en nosotros el poso del amor y el apego al terruño y las ganas de perpetuar el recuerdo.