Sobre la sinagoga se edificó la
iglesia de
San Miguel. En 1662, como consecuencia de los problemas económicos de la Corona, las hasta ahora aldeas placentinas de Cabezuela, Losar, Robledillo, Atalayuela, Toril y Majadas se constituyeron en villas mediante su venta al marqués de Serra. Las autoridades placentinas ejercieron su derecho de tanteo ante el Consejo Supremo de Hacienda y Cabezuela siguió perteneciendo a Plasencia, aunque ahora con el título de villa.