La Guerra de Restauración portuguesa afectó negativamente a la economía de la villa, que en el siglo xvii era una de las poblaciones más prósperas de la zona. La guerra de la Restauración fue una serie de enfrentamientos armados entre el reino de
Portugal y la Monarquía Hispánica. Esta contienda comenzó con el levantamiento en favor de la Restauración de la Independencia del 1 de diciembre de 1640 —que puso fin a la monarquía dual de la dinastía Habsburgo que databa de 1580— y terminó con el Tratado de Lisboa de 1668, firmado por Alfonso VI de Portugal y Carlos II de
España, en el cual se reconoció la total independencia de Portugal. El alzamiento de 1640 y la dilatada guerra que desencadenó pusieron fin a un periodo de sesenta años de dominio de la
Casa de
Austria en Portugal.