Al intentar salir de la villa yendo hacia el
puerto de
Tornavacas, una tropa formada por fuerzas regulares españolas, guerrilleros y vecinos atacó a los franceses, dejando quince
militares napoleónicos muertos y cuatro heridos. Ante la posibilidad de que los franceses quemaran Cabezuela en venganza como habían hecho el año anterior en
Jerte, se envió desde Coria a cien soldados para proteger la villa.