Testigo es de excepción desde su altura
del dolor secular de Extremadura!
En la nube leñosa de su nido,
que cubre la espadaña de la iglesia,
apartada del ruido,
de memorias amargas se anestesia
con sedantes caricias de la brisa
y la azul lontananza que divisa...
De una forma infalible, cada año,
con fuerte y firme empeño
y, a pesar de su amargo desengaño
de emigrante, por fiel extremeñismo,
da al adusto extremeño
su lección magistral de patriotismo.
Con tan sólo una bagaje
de recuerdos añejos, de añoranzas,
desde el gran acutiverio,
en piadoso y febril peregrinaje,
emprende un maratónico viaje
por regar sus raíces y esperanzas,
de continente cambia y de hemisferio.
del dolor secular de Extremadura!
En la nube leñosa de su nido,
que cubre la espadaña de la iglesia,
apartada del ruido,
de memorias amargas se anestesia
con sedantes caricias de la brisa
y la azul lontananza que divisa...
De una forma infalible, cada año,
con fuerte y firme empeño
y, a pesar de su amargo desengaño
de emigrante, por fiel extremeñismo,
da al adusto extremeño
su lección magistral de patriotismo.
Con tan sólo una bagaje
de recuerdos añejos, de añoranzas,
desde el gran acutiverio,
en piadoso y febril peregrinaje,
emprende un maratónico viaje
por regar sus raíces y esperanzas,
de continente cambia y de hemisferio.
Dolorida de ausencias,
de silencios, distancias, soledades...,
como un perro sin amo,
de su tierra natal a las querencias
torna al tibio reclamo,
a sus viejas vivencias y amistades.
tal foránea la miran, tal extraña,
porque olvidan que aquí tuvo su cuna,
en un plácido rincón de nuestra España,
en tierra de encinares,
mas su adversa fortuna
a emigrar la forzó hacia otros lares.
de silencios, distancias, soledades...,
como un perro sin amo,
de su tierra natal a las querencias
torna al tibio reclamo,
a sus viejas vivencias y amistades.
tal foránea la miran, tal extraña,
porque olvidan que aquí tuvo su cuna,
en un plácido rincón de nuestra España,
en tierra de encinares,
mas su adversa fortuna
a emigrar la forzó hacia otros lares.