Lo que más es de admirar de ese
pueblo-
CARBAJO- no es su indudable belleza, realzada si cabe, aun más, por ese
manto de seda que es su
sierra, sino sus gentes. A mi me admira la bondad, sencillez y grandeza de sus gentes. Por supuesto, de la belleza de sus mujeres hablaremos más tarde. Soy de
Membrio, pero cuando voy por CARBAJO, estoy como en
casa, es una maravilla; el trato de la gente es sencillamente maravilloso. En cuanto a las mujeres, ¡que decir!, Creo que es el pueblo con las más hermosas,
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