Las picotas son
columnas de
piedra más o menos ornamentadas, sobre las que se exponía a los reos y las cabezas o cuerpos de los ajusticiados por la autoridad civil.
Los vecinos lo conocen como “la
cruz de la horca”, aunque no tenga forma de cruz, nos da idea de su posible uso como
picota.
Se apoya este
rollo sobre un graderío con 3 escalones circulares. El pedestal parece un prisma conformado por triángulos con orientaciones alternas, lo que le da un carácter de
distinción y de cuidada elaboración por manos muy expertas. El fuste es fusiforme, de una sola pieza acanalada, con un total de 16 estrías. El
capitel lo forma una pirámide octogonal invertida y truncada, donde aparecen 4 caras o rostros burlescos sobre los que despuntan sendos ganchos con argollas. El pináculo está formado por dos piezas, una basa trapezoidal que se enlaza con una punta larga y estrecha de 4 caras que termina en punta.