Es
costumbre en nuestro
pueblo que al llegar la
procesión a la
plaza, ésta se interrumpa para echar o
bailar la
bandera delante de s Roque todos aquellos que lo deseen como
homenaje o acción de gracias al
santo. Al terminar y conseguir que no se haya liado al palo, el actuante recibe el aplauso de todos los presentes a la vez que entrega una ofrenda económica al mayordomo (ofrenda secreta que pasa a engrosar la colecta de la
fiesta). Una vez terminados los voluntarios, el mayordomo se hace cargo de la bandera y la procesión continúa hasta la
iglesia. Las ofrendas que sse hacen en la Misa, aparte del
pan y el vino para la celebración, se subastan a la
puerta de la iglesia y pasan a engrosar la colecta. Pueden consistir en dulces caseros, vino, miel e incluso un cuadro al óleo como ha sucedido ya dos años.