. Esta muñeca, revestida toda ella de ganchillo, es un recuerdo más de los muchos que nos dejó mi madre. Lo más destacable es que realizó todo el
traje cuando contaba ya con noventa años, de ahí lo envidiable y el
homenaje que desde aquí quiero brindarle. Además de ser un ejemplo más de esta
artesanía tan típica de la zona y que, si se expusiera todo lo que se hace en el
pueblo, habría para alfombrarlo un montón de veces.