Este año en las
fiestas de
San Roque se ha recuperado la
costumbre de dedicar una
noche a los
disfraces. El gran número de participantes ha demostrado que era algo que se añoraba pues han sido muchos los que se han animado, desde los más pequeños hasta los mayores, resultando muy atractivos y pasando todos una despedida de
fiesta muy divertida.