TITULO. El pudor: defensa de la dignidad personal
Antonio Orozco
El pudor es un sentimiento natural, sabiamente puesto por el Creador, para que lo convirtamos, perfeccionándolo, en virtud, es decir, en poder, fuerza que perfecciona, protege y libera todo lo noble de nuestro ser personal.
Me gustaría explicar con sencillez y profundidad lo que la experiencia enseña: el pudor no es un lujo ni una manía ni una enfermedad del pasado, sino una vigencia en todos los tiempos y latitudes. Es más, el menosprecio del pudor en una sociedad es señal clara de corrupción profunda. Hay una relación inadvertida entre el desprecio del pudor y muchos crímenes reales increíbles. Se hace urgente entonces — para nosotros, ahora — una reflexión sobre el significado del pudor como defensa de los valores más personales del ser humano y de la entera sociedad.
Es explicable que cuando el hombre se materializa y cifra toda su filosofía en el «comamos y bebamos que mañana moriremos» (negación de la espiritualidad del alma, de la existencia de un Dios personal, etcétera) es explicable, digo, que entonces pierdan interés para él, esas virtudes que se oponen a las apetencias de la carne (en el sentido bruto de la dicción). Es lo que sucede en el ambiente en que hoy nos movemos. El pudor se combate como si se tratara de una represión patológica del impulso, a las personas de buena lealtad. Saludos Paisanos/nas y buena Primavera realista. Para degustaer.
Antonio Orozco
El pudor es un sentimiento natural, sabiamente puesto por el Creador, para que lo convirtamos, perfeccionándolo, en virtud, es decir, en poder, fuerza que perfecciona, protege y libera todo lo noble de nuestro ser personal.
Me gustaría explicar con sencillez y profundidad lo que la experiencia enseña: el pudor no es un lujo ni una manía ni una enfermedad del pasado, sino una vigencia en todos los tiempos y latitudes. Es más, el menosprecio del pudor en una sociedad es señal clara de corrupción profunda. Hay una relación inadvertida entre el desprecio del pudor y muchos crímenes reales increíbles. Se hace urgente entonces — para nosotros, ahora — una reflexión sobre el significado del pudor como defensa de los valores más personales del ser humano y de la entera sociedad.
Es explicable que cuando el hombre se materializa y cifra toda su filosofía en el «comamos y bebamos que mañana moriremos» (negación de la espiritualidad del alma, de la existencia de un Dios personal, etcétera) es explicable, digo, que entonces pierdan interés para él, esas virtudes que se oponen a las apetencias de la carne (en el sentido bruto de la dicción). Es lo que sucede en el ambiente en que hoy nos movemos. El pudor se combate como si se tratara de una represión patológica del impulso, a las personas de buena lealtad. Saludos Paisanos/nas y buena Primavera realista. Para degustaer.