NO PUDE OLVIDARTE;
Un día ya muy lejano,
marche de los riscos
mirando las cumbres y el cielo
y mis ojos cautivos
a un sigo esperando
soñando contigo
y en mi alma te llevo
te busco y te miro;
y llamo al Águila que, con su silbido,
me cuente como están cuantos son,
cuida de cada encina y de cada viento,
vieja y querida mi Águila grita y silva con tu llamada:
mis tierras altas mis riscos,
te enseñare cuanto y más su llamada
y una voz de un cazador en la noche te llama
y la sierra que tantas veces vi oscura y fría
pero soñando contigo Gata sierra dulce extremeña
de mis pensamientos saque la palabra
te quiero recordar y no puedo
el tiempo paso pero
no puedo ni quiero,
olvidarte Jerte y Plasencia
y a un que no este Galán
el siempre soñara con verte
vieja raíz extremeña
deja que la luna alumbre,
con los cirios y la dehesa
deja que la luna alumbre,
con los cirios la dehesa
que a vita en ti y llamare
a las migas bien hechas
a la primavera para soñar con verte
y contare una vez más las flores de JERTE
cuenta las flores de las cerezas
porque llegan las noches,
oscuras y ciegas
y las mariposas, despacito bajan
para ver las flores,
sueña porque el poeta dejara su corazón.
Y de los cañaverales
saldrá una mujer
para lucir sus joyas
con aires de asas tierras.
Déjame que le cante a la luna,
deja que mire
una vez más nuestra tierra,
déjame que cruce con la tarde,
ese mar de caracolas
deja que Gata y la sierra de Francia
aniden juntas en el sueño eterno de las flores,
y que la jara esta
en cada corazón
como el querer de una madre
que a vita en ti y llamare
a las migas bien hechas
a la primavera para soñar con verte
y contare una vez más las flores de JERTE
cuenta las flores de las cerezas
porque llegan las noches,
oscuras y ciegas
y las mariposas, despacito bajan
para ver las flores,
sueña porque el poeta dejara su corazón.
Y de los cañaverales
saldrá una mujer
para lucir sus joyas
con aires de asas tierras.
Déjame que le cante a la luna,
deja que mire
una vez más nuestra tierra,
déjame que cruce con la tarde,
ese mar de caracolas
deja que Gata y la sierra de Francia
aniden juntas en el sueño eterno de las flores,
y que la jara esta
en cada corazón
como el querer de una madre.
sandy el charro de la encina.
Un día ya muy lejano,
marche de los riscos
mirando las cumbres y el cielo
y mis ojos cautivos
a un sigo esperando
soñando contigo
y en mi alma te llevo
te busco y te miro;
y llamo al Águila que, con su silbido,
me cuente como están cuantos son,
cuida de cada encina y de cada viento,
vieja y querida mi Águila grita y silva con tu llamada:
mis tierras altas mis riscos,
te enseñare cuanto y más su llamada
y una voz de un cazador en la noche te llama
y la sierra que tantas veces vi oscura y fría
pero soñando contigo Gata sierra dulce extremeña
de mis pensamientos saque la palabra
te quiero recordar y no puedo
el tiempo paso pero
no puedo ni quiero,
olvidarte Jerte y Plasencia
y a un que no este Galán
el siempre soñara con verte
vieja raíz extremeña
deja que la luna alumbre,
con los cirios y la dehesa
deja que la luna alumbre,
con los cirios la dehesa
que a vita en ti y llamare
a las migas bien hechas
a la primavera para soñar con verte
y contare una vez más las flores de JERTE
cuenta las flores de las cerezas
porque llegan las noches,
oscuras y ciegas
y las mariposas, despacito bajan
para ver las flores,
sueña porque el poeta dejara su corazón.
Y de los cañaverales
saldrá una mujer
para lucir sus joyas
con aires de asas tierras.
Déjame que le cante a la luna,
deja que mire
una vez más nuestra tierra,
déjame que cruce con la tarde,
ese mar de caracolas
deja que Gata y la sierra de Francia
aniden juntas en el sueño eterno de las flores,
y que la jara esta
en cada corazón
como el querer de una madre
que a vita en ti y llamare
a las migas bien hechas
a la primavera para soñar con verte
y contare una vez más las flores de JERTE
cuenta las flores de las cerezas
porque llegan las noches,
oscuras y ciegas
y las mariposas, despacito bajan
para ver las flores,
sueña porque el poeta dejara su corazón.
Y de los cañaverales
saldrá una mujer
para lucir sus joyas
con aires de asas tierras.
Déjame que le cante a la luna,
deja que mire
una vez más nuestra tierra,
déjame que cruce con la tarde,
ese mar de caracolas
deja que Gata y la sierra de Francia
aniden juntas en el sueño eterno de las flores,
y que la jara esta
en cada corazón
como el querer de una madre.
sandy el charro de la encina.