Monasterio de Yuste
Aunque los orígenes fundacionales del Monasterio de
San Jerónimo de Yuste se encuentran en Plasencia y en la
ermita de San Salvador de la
Sierra, situada entre las localidades de Cuacos y
Garganta la Olla, la primera célula del
edificio que hoy podemos contemplar se encuentra en 1402, año en el que el propietario de los terrenos existente entre los arroyos Gilona y Vercelejo (conocido también con el nombre de Yuste) son cedidos por su propietario para que los “ermitaños de la pobre vida”, nombre con el que se conoce a esta primera comunidad religiosa, pudieran levantar
convento.
A lo largo de los siglos XV y XVI el edificio monacal se amplia y configura hasta alcanzar el aspecto que hoy presenta, gracias a la munificencia, entre otros, de los Condes de Oropesa y de Plasencia. De estas centurias es la
iglesia actual y los dos
claustros, uno de factura
gótica y otro de tiempos renacentistas, que configuran el conjunto
monumental del monasterio verato.
La
historia del Monasterio de Yuste se verá alterada a mediados del siglo XVI y como consecuencia de la voluntad del Emperador Carlos de acabar en este lugar sus días. El 3 de febrero de 1557 tiene lugar la entrada de Carlos V en Yuste. El 21 de septiembre de 1558 se producía la muerte del Emperador en el
Palacio que se hace construir en el lado meridional del convento y que forma hoy con éste un conjunto excepcional en la historia de la
arquitectura española del Renacimiento.