He pasado este verano por Garganta la Olla de casualidad pero me ha encantado. He disfrutado en las aguas de su garganta, he hablado con muchos lugareños amables, he comido el mejor cochinillo frito y el mejor mousse de frambuesas del mundo. Me llevo un grato recuerdo que difundire por donde quiera que vaya. Garganta la olla es preciosa y sus habitantes maravillosos. Gracias garganteños.