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Continúa la calma chica propia de estas calendas. Mocita, tengo la sensación de estar flotando en la superficie de las aguas de una charca que en vez de eso, sea de plomo. Parece que no está pasando nada, pero si, sí está pasando. Ciertos chanchullos por Caja Sur, el goteo de la cosa del caso Gürtel que no cesa. Trillo, fíjate tú quién, él, que salió ileso de lo del avión que cayó en Turquía, echándole la culpa de sus trapos sucios a los guardias de la porra.
Valencia, que es la tierra del amor y de las flores con sus lindos trajes en las batallas que escenifican por la calles, conversos moros contra cristianos lasos. Algunos relapsos.
Los llamados empresarios y sus comisiones ¿secretas? No serán tanto y con sus tajantes rupturas y sus despidos baratos, y sus ofertas de sueldos cada vez más engurrios pretendiendo, adquirir de nuevo aquellas licencias para trabajar en corso que no hace mucho aún tenían.
Quieren más y es natural, pues no hay que olvidar, que cuando ellos manejen la barca enseguida lo arreglaran poniéndose a trabajar. Ahora toca labor de zapa.
Los jefes de los curas con sus sempiternas letanías que es la base de su negocio y de sus negocios terrenos, a las que hacen coro sus más adeptos a sus conceptos.
El divino fuego purificador que no cesa, ahora ya toca a Las Hurdes, quizá mañana al encinar clareado. Pasen y vean, que el bicho no se menea. Mientras tanto, la parca con su guadaña sigue su siega su siega macabra de anónimos hombres buenos.
En los madriles, Esperancita y el Gallardo don impasibles al frente de sus respectivas cohortes y, en la ciudad de los condes, ese oasis ejemplar, ha brotado un nuevo manantial de maná aderezado con la música celestial del Orfeó Catalá. Sigan pasando, que el circo se está llenando.
Dime Juez, tú ¿dónde andas? ¿Acaso te pasa lo mismo que a los trovadores?, que cada vez que han de cantar algo se encuentran de vacaciones. A no ser, que le canten a las vírgenes y a las flores. O a la morcilla patatera o los encantos naturales de las cochinas parideras.
Y hablando de flores moza, ¿cuantas caerán este año loando las arduas gestiones de los esforzados paladines del ajuntamiento de nuestro desalmendrado almendral? Ese menaje a trua, tripartito ejemplar.
¿Tienen fiesta los mineros? ¿Esos.....?, noo, ¡qué va!
Salud.
Continúa la calma chica propia de estas calendas. Mocita, tengo la sensación de estar flotando en la superficie de las aguas de una charca que en vez de eso, sea de plomo. Parece que no está pasando nada, pero si, sí está pasando. Ciertos chanchullos por Caja Sur, el goteo de la cosa del caso Gürtel que no cesa. Trillo, fíjate tú quién, él, que salió ileso de lo del avión que cayó en Turquía, echándole la culpa de sus trapos sucios a los guardias de la porra.
Valencia, que es la tierra del amor y de las flores con sus lindos trajes en las batallas que escenifican por la calles, conversos moros contra cristianos lasos. Algunos relapsos.
Los llamados empresarios y sus comisiones ¿secretas? No serán tanto y con sus tajantes rupturas y sus despidos baratos, y sus ofertas de sueldos cada vez más engurrios pretendiendo, adquirir de nuevo aquellas licencias para trabajar en corso que no hace mucho aún tenían.
Quieren más y es natural, pues no hay que olvidar, que cuando ellos manejen la barca enseguida lo arreglaran poniéndose a trabajar. Ahora toca labor de zapa.
Los jefes de los curas con sus sempiternas letanías que es la base de su negocio y de sus negocios terrenos, a las que hacen coro sus más adeptos a sus conceptos.
El divino fuego purificador que no cesa, ahora ya toca a Las Hurdes, quizá mañana al encinar clareado. Pasen y vean, que el bicho no se menea. Mientras tanto, la parca con su guadaña sigue su siega su siega macabra de anónimos hombres buenos.
En los madriles, Esperancita y el Gallardo don impasibles al frente de sus respectivas cohortes y, en la ciudad de los condes, ese oasis ejemplar, ha brotado un nuevo manantial de maná aderezado con la música celestial del Orfeó Catalá. Sigan pasando, que el circo se está llenando.
Dime Juez, tú ¿dónde andas? ¿Acaso te pasa lo mismo que a los trovadores?, que cada vez que han de cantar algo se encuentran de vacaciones. A no ser, que le canten a las vírgenes y a las flores. O a la morcilla patatera o los encantos naturales de las cochinas parideras.
Y hablando de flores moza, ¿cuantas caerán este año loando las arduas gestiones de los esforzados paladines del ajuntamiento de nuestro desalmendrado almendral? Ese menaje a trua, tripartito ejemplar.
¿Tienen fiesta los mineros? ¿Esos.....?, noo, ¡qué va!
Salud.