Una vez conocí a un pastor que quiso ser ERMITAÑO y se convirtió en HALCÓN. Volaba majestuoso, fuerte con sus largas alas, pero un buen día ya años (10) voló por encima de él una señora negra con su guadaña... quería llevarse a su fiel DULCINEA (milana bonita). Fueron tiempos de lucha interna, feroz. EL HALCÓN volaba bajo, cualquier pastor podría tronchar sus fuertes alas, pero su DULCINEA, con su dulzura y tierno embeleso y bondad, le enseñó que para ciertas asignaturas, no hacía falta pasar por la UNIVERSIDAD (HUMILDAD). El tiempo pasa deprisa, se siguen superando barreras (LA VIDA ES BELLA) y a día de hoy, quizá algún pastor todavía los ve intentando a los doS volar de nuevo allá por el "VALLE DE AMBROZ", bonitas montañas para sus intentos de vuelo en LIBERTAD. Metáfora, aunque real para una persona especial."el halcón ermitaño".