Virgen de la Asunción.
Oración del fray Luis de León
Oda a la Asunción
Al cielo vais, señora,
y allá os reciben con alegre canto.
¡Oh, quién pudiera ahora
asirse a vuestro manto
para subir contigo al monte santo!
De ángeles sois llevada
de quien servida sois desde la cuna,
de estrellas coronada.
¡Tal Reina habrá ninguna,
pues os calza los pies la blanca luna!
Volved los blancos ojos,
ave preciosa, sola humilde y nueva,
a este valle de abrojos,
que tales flores lleva,
donde suspirando están los hijos de Eva.
Que, si con clara vista,
miráis las tristes almas desde el suelo,
con propiedad no vista,
las subiréis de un vuelo,
como piedra de imán al cielo, al cielo.
Oración del fray Luis de León
Oda a la Asunción
Al cielo vais, señora,
y allá os reciben con alegre canto.
¡Oh, quién pudiera ahora
asirse a vuestro manto
para subir contigo al monte santo!
De ángeles sois llevada
de quien servida sois desde la cuna,
de estrellas coronada.
¡Tal Reina habrá ninguna,
pues os calza los pies la blanca luna!
Volved los blancos ojos,
ave preciosa, sola humilde y nueva,
a este valle de abrojos,
que tales flores lleva,
donde suspirando están los hijos de Eva.
Que, si con clara vista,
miráis las tristes almas desde el suelo,
con propiedad no vista,
las subiréis de un vuelo,
como piedra de imán al cielo, al cielo.