En 1980, durante el gobierno del presidente Adolfo Suárez, y ya muerto Franco, la villa fue declarada Conjunto Histórico-Artístico. Se encarga el Proyecto de Restauración a los arquitectos J. Pico, J. Espejel y a E. Navarro, en el que fue restaurado urgentemente el castillo debido a su lamentable estado de deterioro a causa de las lluvias. Al carecer de cubierta de protección, los sillares interiores de granito comenzaron a deteriorarse peligrosamente, fenómeno que hoy día puede aún observarse al pasar los dedos por ellos.