El
castillo perteneció en otro tiempo a la dinastía Grimaldi. Y en el se dice que vivió un terrateniente que, dadas las vejaciones a las que sus sirvientes propinaban a mendigos y caminantes, mando que todos ellos fueran decapitados y su cabezas expuestas en cada una de las almenas del castillo.
También cuenta la leyenda que por sus tierras se libraron batallas contra los moriscos, y que en la primera jara que da el sol, se encuentra el "Bellocino de Oro"
La
iglesia fue construida con las
piedras que cayeron en sus tiempos de la
torre.