Rosa de Guadalupe:
He tenido que aceptar el destierro, pero esta vez me he ido sin dolor. Si no hay caída no puede haber ascensión, y es lo cierto que las cenizas fertilizan el seno de la tierra.
Tanto quise salir afuera, que corrí el peligro de perderme a mí mismo. Estoy aquí, querida Rosa de Guadalupe, con mis deudas pagadas y con un horizonte tan nebuloso como siempre lo tuve. No me debo más que a mi alma, porque mi alma es lo que sostiene todo lo que he sido, todo lo que he hecho y todo lo que aún haré por los que viven fuera de mí. Ya sé que mi camino de soledad no era incorrecto; ya sé lo que prefiero. Hay sueños que no se cumplen, pero hay otros que sí se pueden cumplir.
Gracias, querida Rosa, por haber protegido mi alma, por haberme quitado mis ilusiones y aun sentirme invicto en una lucha que yo inicié sin saberlo. Gracias por no haberme hecho ni más ni menos de lo que era. Gracias por darme fe y capacidad de razonamiento; por enseñarme tantas cosas; por envejecer y ver que todo brilla en la declinación de mi vida. Gracias por enseñarme a ignorar el futuro y no considerar el pasado; gracias por permitirme seguir luchando en el presente.
¿Quién está seguro de ser bueno o malo?
Un abrazo por la vida que fue y la que no ha sido.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/
He tenido que aceptar el destierro, pero esta vez me he ido sin dolor. Si no hay caída no puede haber ascensión, y es lo cierto que las cenizas fertilizan el seno de la tierra.
Tanto quise salir afuera, que corrí el peligro de perderme a mí mismo. Estoy aquí, querida Rosa de Guadalupe, con mis deudas pagadas y con un horizonte tan nebuloso como siempre lo tuve. No me debo más que a mi alma, porque mi alma es lo que sostiene todo lo que he sido, todo lo que he hecho y todo lo que aún haré por los que viven fuera de mí. Ya sé que mi camino de soledad no era incorrecto; ya sé lo que prefiero. Hay sueños que no se cumplen, pero hay otros que sí se pueden cumplir.
Gracias, querida Rosa, por haber protegido mi alma, por haberme quitado mis ilusiones y aun sentirme invicto en una lucha que yo inicié sin saberlo. Gracias por no haberme hecho ni más ni menos de lo que era. Gracias por darme fe y capacidad de razonamiento; por enseñarme tantas cosas; por envejecer y ver que todo brilla en la declinación de mi vida. Gracias por enseñarme a ignorar el futuro y no considerar el pasado; gracias por permitirme seguir luchando en el presente.
¿Quién está seguro de ser bueno o malo?
Un abrazo por la vida que fue y la que no ha sido.
El jardinero de las nubes.
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