Cuentan, dicen,...
Cuentan que pronosticó que el día de su muerte, cantarían infinidad de grillos, cumpliéndose su vaticinio, ya que en 1957, cuando falleció a los 86 años, dichos
insectos no pararon de cantar en toda la
noche, pese a ser en el mes de marzo, época no propicia para ello.
Este personaje fue conocido, admirado y respetado, contribuyendo a difundir el nombre de su
pueblo, al que llegaban muchas personas que aportaban beneficios a los distintos establecimientos comerciales; motivo
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