GUIJO DE SANTA BARBARA: Ay, hay, ahí, y los avellanos, y los bananos... Pol...

Ay, hay, ahí, y los avellanos, y los bananos... Pol favol, don Mariano, que no me se quede la finca de secano. Qué tal, don Jesús, qué tal va de lo suyo.
(El súbdito abandona la cope y se va tras hacer la reverencia de rigor).