Pues sí, la verdad es que mi madre siempre me dijo que el día que su madre la mandaba a la escuela, para ella era como un día de fiesta. Siempre trabajando las tierras y con 9 o 10 años la montaban en la burra y ala... El animal ya sabía el camino a la parcela. Y el día que terminó la escuela, mi abuela no pudo darle las 25 pesetas que costaba el graduado. Que años aquellos! “Para mis padres era muy importante que se cumplieran todas las tareas pues querían que sus hijos tuvieran un cambio en su vida; para ellos al estar su hijo estudiando éste debía tener siempre buenas calificaciones. Para mis papás también era muy importante acompañarme diario a la escuela, porque podían aprender un poco de toda la enseñanza que recibía. Yo fui poco a la escuela, sin embargo otros compañeros no pudieron ir por ser muy pobres y muchos padres en aquel entonces no comprendían la importancia...