La tradición de las arras nace en Oriente y es recogida por el Derecho Romano. Se establecen en España con el Derecho Germánico-Visigodo y con el apoyo de la Iglesia. Es juntamente con el intercambio de anillos, lo más importante de la ceremonia religiosa de una boda.
Las arras han de ser trece monedas auténticas, doce de oro o plata y una de metal, que han de bendecirse antes de la velación.