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HOLGUERA: Entre los pobres nadie tenía nada, se vivía rigurosamente...

Entre los pobres nadie tenía nada, se vivía rigurosamente al día, el hambre estaba siempre al acecho si la enfermedad, la vejez o la desgracia les privaba del jornal durante unos pocos días. Quedaban entonces a expensas de la familia o de la mendicidad. Casi nadie sabía en aquella época leer y menos escribir y ello no por pereza sino por miseria y falta de medios de educación. Los zagales desde muy jóvenes pastoreaban o ayudaban en el campo a cambio de algunos céntimos o algo de comida. Se vivía en casas muy pequeñas de tapia, muchos convivían con el burro. Se dormía en camastros de madera llamadas camas de burrillas, encima se colocaba la pajera - un colchón de paja de centeno entera - y el matrimonio solía poner encima un colchón de lana más o menos buena. Si convivían hembras y varones éstos dormían en el pajar. Las mantas eran de trapos que cosían ellos mismos, llamados berrendos. La ropa de vestir y casi todo era de lino - que ahora es caro y distinguido pero entonces era lo más corriente - y cuando se rompía la remendaban de trozos de tela. La gente iba descalza o con alpargatas o albarcas. Los niños pequeños llevaban el pantalón descosido por detrás para no ensuciarse cuando hacían sus necesidades. No se conocía el papel higiénico - se usaba alguna piedra para ese menester -, ni el pañuelo moquero. Todo esto formaba parte de la vida cotidiana hasta los años cuarenta de este siglo.