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La Asociación Folclórica La Labranza, de Holguera, es el mejor ejemplo de que con ilusión, trabajo y constancia se llegan a conseguir muchas cosas. Este grupo, que nació hace apenas dos años, ha ido poco a poco formándose hasta llegar a ser una agrupación sólida y consolidada. Está formada por dieciséis hombres y mujeres y, junto a ellos, está naciendo una pequeña cantera que en un futuro puede convertirse en un grupo de adultos importante. "Hay dos niñas del pueblo que se han inscrito para bailar en nuestro grupo", comentó Isabel Marcos, una de las integrantes de la asociación y promotora de la creación del grupo en el 2003.
En un curso
Isabel Marcos recuerdó que hace unos dos años, cuando trabajó como dinamizadora sociocultural en el pueblo se convocó un curso de jotas. "Eso animó a que muchos aficionados al folclore decidieran practicarlo", relató.
Está convencida que el curso fue el punto de partida de una asociación folclórica que hoy día ya tiene en su currículum una pequeña gira comarcal de actuaciones, que han tenido como escenarios pueblos como Riolobos, Portezuelo y Zarza la Mayor. "Estamos encantados de ir a todos los sitios donde nos llaman", aseguró Marcos.
Los adultos y los niños empiezan a consolidar el grupo, pero los jóvenes son los que por el momento no han dado el salto para adentrarse en la agrupación. "Necesitamos más gente joven, sobre todo, porque a la hora de actuar las mismas personas somos las que tenemos que hacer todos los bailes y eso requiere un gran esfuerzo", reconoció Isabel Marcos. Por eso, no dudó en hacer un llamamiento a los chicos y chicas del pueblo.
En un curso
Isabel Marcos recuerdó que hace unos dos años, cuando trabajó como dinamizadora sociocultural en el pueblo se convocó un curso de jotas. "Eso animó a que muchos aficionados al folclore decidieran practicarlo", relató.
Está convencida que el curso fue el punto de partida de una asociación folclórica que hoy día ya tiene en su currículum una pequeña gira comarcal de actuaciones, que han tenido como escenarios pueblos como Riolobos, Portezuelo y Zarza la Mayor. "Estamos encantados de ir a todos los sitios donde nos llaman", aseguró Marcos.
Los adultos y los niños empiezan a consolidar el grupo, pero los jóvenes son los que por el momento no han dado el salto para adentrarse en la agrupación. "Necesitamos más gente joven, sobre todo, porque a la hora de actuar las mismas personas somos las que tenemos que hacer todos los bailes y eso requiere un gran esfuerzo", reconoció Isabel Marcos. Por eso, no dudó en hacer un llamamiento a los chicos y chicas del pueblo.