Todavía la tradición popular conserva a través de los siglos nombre de tierras que pertenecieron a dueños de pueblos de León, como ejemplo se tiene el cerro del Astorgano. Con la conquista de Trujillo, Ibahernando, Santa Cruz y otros pueblos en los años 1233 por las tropas de Fernando III (el santo), al expulsar a los árabes, estas tierras eran ocupadas por colonos del reino de León y algunas recibían el nombre de donde procedía su nuevo dueño.