Buenas noches, mis queridos paisanos, saludos a todos. Hoy, sábado, hago un alto en mis tareas cotidianas para enviaros este correo virtual para seguir animando y dando vida a este foro monjino, que se mueve muy despacio...
Fernando, no nos has informado de que ha llovido bastante sobre nuestro pueblecito y que los campos se están vistiendo de verde para abrigarse del próximo invierno. Yo ya estoy contando los días que me faltan para poder pasar esos entrañables días navideños con tíos, primos, cuñados y vecinos, para dar una vuelta a mi casa paterna y contemplar esos profundos horizontes de encinas... que me oxigenan los pulmones y el alma.
Aquí os envío otro poema que sirve de comentario a la foto de MEJ (con permiso de su autor), en la que se representa el olivo que se salvó en el Paseo de la Cañada Real. De esta forma, el foro me sirve para ir enviando un conjunto de poemas (una antología) de mis libros. Algunos mal pensados opinaban, con mucha mala fe y muy poca inteligencia, que yo escribía poesía por negocio, que me estaba enriqueciendo con mis libros... ¡Como si la poesía fuera rentable económicamente! Lo que obtenía con la venta de los libros era para pagar sus caras ediciones.
Saludos cordiales y amistosos a todos de vuestro paisano
Wenceslao Mohedas Ramos
AL OLIVO EXTREMEÑO
Por tu aspecto apacible y sensitivo,
ceniciento vecino de la encina,
yo te ofrezco, tal lírica propina,
un soneto ferviente y afectivo.
Tu aceituna es mi grato aperitivo
y tu aceite ambarino me fascina,
lubricante cardiaco, vitamina
que me presta un poder superlativo.
A pesar de tu aspecto de tristeza,
de tu pena perenne, no te doma
de veranos e inviernos la dureza.
Porque archivas memorias de una loma:
el Calvario de Cristo... - ¡qué vileza!-
y eres nuncio de paz con la paloma.
Wenceslao Mohedas Rampos
JARAICEJO (Cáceres)
Fernando, no nos has informado de que ha llovido bastante sobre nuestro pueblecito y que los campos se están vistiendo de verde para abrigarse del próximo invierno. Yo ya estoy contando los días que me faltan para poder pasar esos entrañables días navideños con tíos, primos, cuñados y vecinos, para dar una vuelta a mi casa paterna y contemplar esos profundos horizontes de encinas... que me oxigenan los pulmones y el alma.
Aquí os envío otro poema que sirve de comentario a la foto de MEJ (con permiso de su autor), en la que se representa el olivo que se salvó en el Paseo de la Cañada Real. De esta forma, el foro me sirve para ir enviando un conjunto de poemas (una antología) de mis libros. Algunos mal pensados opinaban, con mucha mala fe y muy poca inteligencia, que yo escribía poesía por negocio, que me estaba enriqueciendo con mis libros... ¡Como si la poesía fuera rentable económicamente! Lo que obtenía con la venta de los libros era para pagar sus caras ediciones.
Saludos cordiales y amistosos a todos de vuestro paisano
Wenceslao Mohedas Ramos
AL OLIVO EXTREMEÑO
Por tu aspecto apacible y sensitivo,
ceniciento vecino de la encina,
yo te ofrezco, tal lírica propina,
un soneto ferviente y afectivo.
Tu aceituna es mi grato aperitivo
y tu aceite ambarino me fascina,
lubricante cardiaco, vitamina
que me presta un poder superlativo.
A pesar de tu aspecto de tristeza,
de tu pena perenne, no te doma
de veranos e inviernos la dureza.
Porque archivas memorias de una loma:
el Calvario de Cristo... - ¡qué vileza!-
y eres nuncio de paz con la paloma.
Wenceslao Mohedas Rampos
JARAICEJO (Cáceres)