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JARAICEJO: AL CEMENTERIO DE JARAICEJO...

AL CEMENTERIO DE JARAICEJO
En uno de esos frecuentes acompañamientos a familiares, amigos y paisanos muertos en el fúnebre trayecto del "ultimo viaje", me inspiró la idea primigenia de este poema triste, elegiaco, emotivo...

Cuando bajo al cementerio
y oigo el fuerte
repique de la piqueta,
se me desvela el misterio
de la muerte
sin ropajes, sin careta;
esa infalible doctora
tan sombría, tan señora,
la que cura nuestros males
sin fármacos, sin receta,
con remedios naturales:
la que nos cura la herida
de esta vida
y es punto final y meta
de un callejón sin salida...
Veo una tumba tan desierta
de malas hierbas cubierta:
de cenizos y de zarzas
de malvas y de magarzas...;
y un nicho tal boca abierta,
como esperando comida...
Entonces se me despierta
mi memoria dolorida
al recordar desolada
que aquí se encuentra enterrada
media parte de mi vida.
Y observo con tanto espanto
que produce escalofrío
ver tan lleno el camposanto
y el pueblo ya tan vacío...

Wenceslao Mohedas Ramos.
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona.
(Como me comí el verso final, tuve que borrarlo y repetirlo y ya alguien había realizado un comentario, pido por ello disculpas...)