Los franceses rodearon completamente el casco urbano para evitar cualquier intento de apagar el incendio por parte de los vecinos que se habían refugiado en las montañas. Quedaron muy pocas casas en pie. A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituyó en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en Partido Judicial de Jarandilla.