Me gustaría que cuando escribamos algo de este pueblo, que sea: cierto, y con fundamento, no mentiras y patrañas como la que acaban de escribir en la “historia” de este pueblo (véase página inicial). Este pueblo no necesita este tipo de “historias” para atraer a sus visitantes, a este pueblo le vasta con la sencillez y el acogimiento de sus buenas gentes para escribir para escribir su historia, no vaya a ser que estemos criticando a Buñuel por lo que escribió en 1932, y luego nosotros en el año 2008 vengamos a contar sandeces y tonterías. Yo no es que sea tan viejo, pero mi padre es bastante mayor que José Azabal Iglesia, y jamás a conocido ninguna historia tan apasionante como la que usted cuenta aquí, cierto es, que se cuentan muchos cuentos e historias de estos lares, pero también tenemos que saber que los cuentos, cuentos son, y no sigamos alimentando fantasmas, que lo único que nos traen como consecuencia es seguir arrastrando el lastre que tanto le pesa a esta tierra, y que aun hoy en día, todo el que venga de fuera nos sigua mirando como si fuésemos monos de feria. Yo entiendo que usted escriba esto, porque a lo mejor un poco vive de esto, pero yo, que quiero a esta tierra que me vio nacer, me siento dolido y ofendido cada vez que leo y veo este tipo de tonterías, y no vaya usted a creer que con esto que renuncio de mi pasado o de mi tierra ¡NO! Ni mucho ni menos Únicamente me duele que venga un falso salvador a descubrirnos nuestro pasado, y con no se que propósito, siga y siga vertiendo ríos de tinta en contra de esta tierra que maldito el bien nos hace.
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