Una de las
costumbres de este
pueblo ganadero, es hacer la trashumancia del
ganado vacuno a pie; cada vez son menos los ganaderos que suben sus
vacas desde las dehesas de
Extremadura a los agostaderos de
Castilla y León. Los pocos que quedan cada vez encuentran más trabas. La trashumancia se realiza a finales de junio, desde Extremadura a la
Sierra, y dependiendo del tiempo entre octubre y noviembre, de la Sierra a las dehesas de Extremadura; es una
tradición muy antigua y bonita, algo digno de ver en estos tiempos industrializados.