Hoy es el
homenaje a Remundaina. Aunque estoy lejos de
la Garganta, desde aquí mi aplauso para él y su
familia, por ser el paporro más universal.
Creo que lo que se hace hoy sólo debe ser el comienzo, pues sería menester que en algún sitio, la pared de la
iglesia en el atrio por ejemplo, hubiera una efigie suya y una leyenda que diera cuenta de su persona.
Lo siento, Miguel Ángel. Hata hoy no he podido leer tu
mensaje. Te enviaré la
foto, no obstante.