Recuerdo perfectamente esa
procesión, Era una niña pequeña, iba de la mano de mi madre pero aquello quedó en mi memoria para siempre. Fue un año de sequía total, era un tiempo en que Orellana dependía rotalmente de la
agricultura, no se había empezado a construir el
pantano de tal forma que apatte de la
farmacia, el
médico y algún
comercio. Toda la economía estaba sostenida por el
campo, si no llovía no había trigo, si no había trigo no había dinero. No había Seguridad Social ni por supuesto subvenciones.
Como
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