Ay Logrosán, que días...
Una manchita de vida,
entre los montes de encinas
Que atrapada me tienes
Tan cálida e irremplazable
Nunca olvidada para mi sentir
Reprochando la soledad y tristeza
Tu inmensa manta azul cubre el esplendoroso día
Y las abejas, golosas, paseando entre las flores
Un palpitar sin fin entre tus cristalinas aguas...