Este
palacio se halla ubicado en torno a la Plazuela de J. J. Narbón, y a la
carretera Nacional 521, y es conocido popularmente como 'Palacio caído' por su avanzado estado de
ruina.
Perteneció al Linaje de los Ovando. Se cree que es del siglo XVI, y que a partir del siglo XVIII ya comenzó su ruina.
Actualmente se conserva un cubo con troneras, saeteras, y
puerta de acceso en granito de buena factura.
A las afueras de la localidad de
Malpartida de Cáceres, pero casi integrado en su casco urbano, encontramos un
edificio en
ruinas; una estructura imponente en forma de
torre y un gran portón en un muro anexo a la misma. Estos son los restos de la
Casa Fuerte que perteneció a la
Familia o Linaje de los Ovando y posteriormente al duque de Fernán Núñez; y cuya
tipología responde al modelo de carácter palaciego que surgen a finales de la Edad Media y sobre todo durante el siglo XVI que aúna tanto el concepto castrense como de palacio.
A día de hoy yace en ruinas; estado que empezó desde el siglo XVIII hasta el que hoy presenta y que le hacen merecedor del sobre nombre de “palacio caído” como se conoce en el
pueblo. No obstante, afortunadamente se conserva un cubo y una
portada de cantería orientada al este. Los muros de mampostería se refuerzan con sillar de granito en las
esquinas.
El cubo debió contar por lo menos con tres plantas. Troneras y saeteras delatan el carácter defensivo del inmueble.
Tres
ventanas cuadrangulares abiertas al mediodía y a levante, le prestan un aire más urbano, y que también van perfiladas de cantería. A poniente se encuentra la puerta que daba acceso a la estancia del cubo; siendo esta
adinteladas. Por su parte, aún hoy existen restos de esgrafiados renacentistas en una de las paredes interiores, y poyetes junto a la
ventana, además de una
hornacina con decoración renacentista.
La
fachada, situada a la derecha del cubo está formada por una gran puerta rectangular entre dos finas
columnas de orden toscano. En el dintel de la puerta existe una inscripción muy deteriorada que alude a la familia Saavedra.
En su interior aparecen dovelas en posición radial, y abocinadas al dintel, solución que se aplica también en las ventanas.