Hola me dirijo a Santiago alamillo, yo no le conozco y usted a mi tampoco, pero siento la necesidad al saber que es familia de la Sñ. Candela, preguntarle por un chaval que hera tambien familia, se llamaba creo Fernando solia ir en verano me gustaria saber de el fuimos amigos y no he vuelto saber nada de el, hara mas omenos unos 40 años, perdone las molestias creo que vivia en madrid, gracias
Hola Joaquina: Lamento darte una mala noticia. Fernando murió de un estúpido accidente. Se cayó de un caballo con tan mala suerte que una piedra le golpeó en la cabeza. Fernando era uno de mis hermanos, nieto también, claro está, de Ildefonso Alamillo, el que tiene la placa en el pueblo.
Hace unos cuantos años, en un viaje de Cáceres a Salamanca, pude escaparme unas horas para pasear por el pueblo. Cerca de la casa de mi abuelo había unas personas reparando un tejado, a las que me quedé mirando, y me impresionó muchísimo que uno de ellos me preguntó si yo era Fernando Alamillo. Seguro que hacía más de 30 años que no veía a mi hermano, pero fue capaz de recordar la semejanza que teníamos como hermanos.
Cuando éramos crios (allá, en los 60) mis padres nos distribuían entre todos los tios de la zona. Te podía tocar con Tia Candelas, en Mata, o con Tio Fermín, en Alcántara, o con Tio Julián en Garrovillas, o con Tia Elena, en Villa del Rey, o en Brozas, con los Espárrago. Fernando estaba enamorado de Mata, e intentaba que le enviasen con Candelas. Supongo que eso se nota en que 30, 40 años después, todavía le recuerden.
Un abrazo muy fuerte, de Santiago, el hermano de Fernando
Hace unos cuantos años, en un viaje de Cáceres a Salamanca, pude escaparme unas horas para pasear por el pueblo. Cerca de la casa de mi abuelo había unas personas reparando un tejado, a las que me quedé mirando, y me impresionó muchísimo que uno de ellos me preguntó si yo era Fernando Alamillo. Seguro que hacía más de 30 años que no veía a mi hermano, pero fue capaz de recordar la semejanza que teníamos como hermanos.
Cuando éramos crios (allá, en los 60) mis padres nos distribuían entre todos los tios de la zona. Te podía tocar con Tia Candelas, en Mata, o con Tio Fermín, en Alcántara, o con Tio Julián en Garrovillas, o con Tia Elena, en Villa del Rey, o en Brozas, con los Espárrago. Fernando estaba enamorado de Mata, e intentaba que le enviasen con Candelas. Supongo que eso se nota en que 30, 40 años después, todavía le recuerden.
Un abrazo muy fuerte, de Santiago, el hermano de Fernando