ENCIENDE LA LLAMA. Esta clave tendría que ser la número uno, pero no queremos que tu casa se convierta en un santuario. Ten encendidas algunas velas en el salón o, si te tomas un baño, cerca de la bañera. Y sobre todo, no te olvides de colocar velas en la mesa. Cada noche parecerá que tienes una cena especial.