RELATOS AL ATARDECER-CXII.
EL CAMPANERO. En un pueblo de Brasil, vivía un hombre humilde y sin ninguna formación que trabajaba en la iglesia tocando las campanas. Pero llegó una orden del obispado, que decidió que todos los empleados de las parroquias tenían que haber realizado estudios primarios.
Para el campanero, algo mayor para ponerse a estudiar, aquello significó quedarse en paro. Sin nada que hacer, fue a la plaza a fumarse un cigarrillo. Pero no tenía tabaco de liar y le pidió a unos amigos ... (ver texto completo)
EL CAMPANERO. En un pueblo de Brasil, vivía un hombre humilde y sin ninguna formación que trabajaba en la iglesia tocando las campanas. Pero llegó una orden del obispado, que decidió que todos los empleados de las parroquias tenían que haber realizado estudios primarios.
Para el campanero, algo mayor para ponerse a estudiar, aquello significó quedarse en paro. Sin nada que hacer, fue a la plaza a fumarse un cigarrillo. Pero no tenía tabaco de liar y le pidió a unos amigos ... (ver texto completo)
Ahora ya no hay campaneros con la electrificación de campanas. Antes tenían lenguaje; por ejemplo: cualquier parroquiano sabía por el "doble" de campanas si el difunto era mujer, hombre o párvulo. Ahora sí lo preguntáramos estaríamos dispuestos a que nos digan.... y yo que c. sé! El mejor campanero de los últimos tiempos, sin duda alguna, fue Severisno Alfonso Espárrago, seguido de su sobrino Camilo Alfonso Domínguez, con ellos las campanas "hablaban". Tuvimos la suerte de escuchar sus "conciertos". ... (ver texto completo)