La matanza del cerdo.
Tapados los oídos con mis manos
y oculta en el último rincón,
para no oír los lastimeros gritos
de aquel cerdo rollizo y gordinflón,
tristes lágrimas cálidas y amargas
yo lloraba con tierna compasión.
Le vi cómo nacía pequeñito, ... (ver texto completo)
Tapados los oídos con mis manos
y oculta en el último rincón,
para no oír los lastimeros gritos
de aquel cerdo rollizo y gordinflón,
tristes lágrimas cálidas y amargas
yo lloraba con tierna compasión.
Le vi cómo nacía pequeñito, ... (ver texto completo)