RELATOS AL
ATARDECER-CLXXVI.
EL RATÓN INDECISO. Un ratoncito se coló una
noche en una
tienda llena de exquisiteces. El roedor empezó a oler todas las cosas buenas que había a su alrededor, mantequilla, tocino, chocolate... y, sobre todo, el queso. Se alzó sobre sus patitas traseras y, sin poder reprimirse, emitió un grito de
felicidad.
Pero por donde debería empezar su banquete. Iba a hincarle el diente a un trozo de mantequilla cuando le llegó el aroma de un chorizo riquísimo desde el otro lado
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