Siempre en este pueblo, gozó de cierta popularidad el “Miércoles de Tiniebla” de la Semana Santa. A la iglesia se acercaban multitud de mujeres enlutadas y ataviada de un pañuelo negro que le llegaba por debajo de los hombros, y portaban en la mano una lamparilla de “torcía” en aceite encendida… y otra con cirios encendidos. El cura con sus colaboradores, vestidos con dalmáticas… que por cierto… sólo la hemos visto colocado en un largo cajón donde hoy está el servicio o aseo, en el presbiterio entonaban ... (ver texto completo)
De pronto, un estruendo de palos con horquillas, cañas tapaban con un paño, velo las imágenes que cada persona, mayordoma o devota tenia encomendada… y a continuación se apagaban todas las luces y las campanas se “perdían”. Y a los que nos gustan los ritos nos parecía y nos parece maravilloso. Ahora todo ha cambiado… centramos la S. Santa … que está muy bien, exclusivamente en las inorganizadas procesiones con el toque de coches aparcados en los itinerarios. Pero en fin… doctores tiene la Santa Madre ... (ver texto completo)