RELATOS AL ATARDECER-CCXVI.
LA HERIDA DEL REY. Erase una vez un rey que tenía a su servicio a un sabio consejero quien, siempre que se enfrentaba a situaciones adversas, le decía: Qué bueno, qué bueno, qué bueno. Un día de cacería, el monarca tuvo tan mala suerte que se seccionó un dedo del pie y, cuando se reencontró con su consejero, éste exclamó: Qué bueno, qué bueno, qué bueno. Dolido con esa reacción, el rey mandó despedir al consejero quien repitió su enigmática sentencia antes de salir: Que ... (ver texto completo)
LA HERIDA DEL REY. Erase una vez un rey que tenía a su servicio a un sabio consejero quien, siempre que se enfrentaba a situaciones adversas, le decía: Qué bueno, qué bueno, qué bueno. Un día de cacería, el monarca tuvo tan mala suerte que se seccionó un dedo del pie y, cuando se reencontró con su consejero, éste exclamó: Qué bueno, qué bueno, qué bueno. Dolido con esa reacción, el rey mandó despedir al consejero quien repitió su enigmática sentencia antes de salir: Que ... (ver texto completo)
Los tiempos están cambiando mucho y no debe sorprendernos si algo lo vemos al revés porque cuando ocurre algo malo después vendrá mucho bueno, " Qué bueno, qué bueno, qué bueno.... decía el sabio"